Las articulaciones del cuerpo humano
La articulación es la estructura que permite la unión entre dos huesos o entre un hueso y un cartílago (un tejido elástico que evita que los huesos rocen entre sí y se dañen). Para reformar la unión de las articulaciones aparecen los ligamentos, que unen los extremos de los huesos y tienen movilidad gracias a los músculos que se insertan cerca suyo.
La función más importante de las articulaciones es unir los elementos del sistema óseo (hueso, cartílagos) y facilitar movimientos mecánicos, dándole elasticidad y flexibilidad al cuerpo. Imagina que todo nuestro sistema óseo estuviera hecho de una sola pieza, como una muñeca de madera, y no tuviéramos articulaciones ¡no podríamos movernos! Otra función importante de las articulaciones es permitir el crecimiento de los huesos durante la infancia ya que, si los huesos estuvieran unidos (soldados) unos a otros desde el nacimiento, ¡no podríamos hacernos más altos!
Al igual que todos los huesos de nuestro cuerpo no son iguales, las articulaciones tampoco lo son. En el cuerpo humano podemos distinguir 360 articulaciones diferentes a las que se les pone diferentes nombres según el tipo de movimiento que tienen o según el tejido de la que están compuestas. Además, en el caso de tener movimiento, se pueden clasificar según la dirección que siga este. ¿Quieres saber más? A continuación, veremos los diferentes nombres, tipos y movimientos de las articulaciones:
Articulaciones en bisagra: En este caso la articulación solo puede realizar movimientos de extensión y flexión, es decir, solo en un plano. Por ejemplo, los codos y las rodillas son realizan movimientos de bisagra.
Articulaciones en pivote: En este caso la articulación permite sólo la rotación de un hueso sobre otro. Un hueso encaja sobre otro de forma similar a como lo hace el dedo en un anillo. Un ejemplo es la articulación de los hombros o las caderas.
Articulaciones planas o deslizantes: Las articulaciones de este tipo son planas por lo que solo permiten movimientos de deslizamiento entre los dos huesos. Un ejemplo es la articulación intercarpiana, que une los huesos que forman la palma de la mano, pero también las articulaciones del tobillo o la muñeca.
Articulaciones esféricas: En las articulaciones esféricas, uno de los huesos tiene forma de bola y el otro de receptáculo. Esto permite que se produzca un movimiento libre en cualquier dirección. Ejemplos de articulaciones esféricas son la coxofemoral (relaciona la cadera con el fémur) y la humero-escapular (relaciona el hombro con el húmero).
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